terça-feira, 11 de fevereiro de 2025

Silos Molinos Río de la Plata, Puerto Madero, Buenos Aires, Argentina

 







Silos Molinos Río de la Plata, Puerto Madero, Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires - Argentina
Fotografia


Texto 1:
Los silos de la firma "Molinos Río de la Plata", un edificio en Puerto Madero que evocaba la opulencia argentina de principios de siglo, fueron demolidos sin previo aviso para dar paso a nuevos negocios.
La destrucción de los edificios, llevada a cabo por la Corporación Puerto Madero como parte de su plan de expansión urbanística, deja a la ciudad sin un baluarte de la época comercialmente más fructífera del país.
Los silos fueron levantados en 1903 por la empresa Bunge & Born, en un esfuerzo sin precedente por dotar a la ciudad de un sistema seguro y eficiente de almacenamiento de granos destinados a la exportación. Los silos no tenían rival ni en el país ni en ninguna otra parte, pues eran testimonio de un tipo de tecnología europea diseñada exclusivamente para la Argentina.
Además de la particularidad de su diseño, la estructura derrumbada formaba parte del rosario de edificios que iluminaron la ciudad en aquella época de expansión comercial argentina. El Congreso de la Nación, el Palacio de Justicia, la Estación Retiro y el Teatro Colón reflejaban, junto con los silos, el crecimiento sostenido de la riqueza creada por la exportación agrícola.
La calidad de los silos fue reconocida por algunos de los mayores arquitectos del siglo, como Le Corbusier y Gropius, que admiraron y elogiaron los volúmenes del edificio.
"Estos silos formaron parte de una ciudad esplendorosa de principios de siglo, pero no estaban protegidos por la ley, no son monumentos históricos", dijo a La Nación Magdalena Faillace, presidenta de la Comisión Nacional de Museos.
"Sorprende que no se haya consultado a ningún organismo no gubernamental y que las propias instituciones del gobierno nacional y de la ciudad, socios en la Corporación del Antiguo Puerto Madero, hayan permitido este atentado sin tomar un rol activo en la defensa del patrimonio de todos", señaló por su parte Carlos Pernaut, presidente de Comité Argentino del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos). Texto do La Nacion.
Texto 2:
Una enorme montaña de ladrillos rotos y de hierros retorcidos es lo único que quedó del conjunto de silos Molinos Río de la Plata, construidos por la compañía Bunge y Born en 1903. 
Y que fueron elogiados por arquitectos de la talla de Le Corbusier y Walter Gropius.
Dentro del proyecto de remodelación de Puerto Madero, el 24 de junio comenzó la demolición de los tres silos y un vestuario de seis plantas ubicados en la calle Azucena Villaflor y el río. 
El arquitecto Norberto Roca, jefe de la obra, aseguró que en cinco meses el terreno de 8.000 metros cuadrados quedará libre para que pueda ser dividido en parcelas y vendido.
Mientras tanto, Fabio Gerementieri, miembro del Comité Argentino del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Naturales (ICOMOS), denunció que la demolición de los silos es un atentado, ya que se trata de un edificio histórico y una de las estructuras más valiosas de su tipo en Latinoamérica.
Gerementieri contó que se enteró de la demolición cuando el jueves 9 de Julio fue con un fotógrafo a tomar unas imágenes del conjunto de los silos porque formaba parte de un listado de edificios de la Belle Epoque de la ciudad que iban a ser presentados el año que viene al comité internacional que declara los Monumentos de Patrimonio Mundial. Pero los silos habían desaparecido, realmente no podía creer lo que veía, dijo Gerementieri. Lo único que todavía queda en pie junto al río es un edificio de seis plantas que hasta el año pasado era un vestuario de seis pisos. De los silos sólo quedan sus ladrillos y los hierros retorcidos que dos grúas apilan en montañas desordenadas.
Es realmente una pena que hayan tirado abajo el primer gran molino de la Argentina, que fue el más grande en su momento y que coincidió con la época en que el país era uno de los mayores exportadores de cereales de todo el mundo, opinó Gerementieri. Texto do Clarín.
Nota do blog: Data e autoria das imagens não obtidas.

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