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sábado, 12 de outubro de 2024

Restos das Fundações da Antiga Penitenciária Nacional, Parque Las Heras, Palermo, Buenos Aires, Argentina






 

Restos das Fundações da Antiga Penitenciária Nacional, Parque Las Heras, Palermo, Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires - Argentina
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Nota do blog: Imagens de 2024 / Crédito para Jaf.

Gran Banco Rojo / Grande Banco Vermelho, Parque Las Heras, Palermo, Buenos Aires, Argentina



 

Gran Banco Rojo / Grande Banco Vermelho, Parque Las Heras, Palermo, Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires - Argentina
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El proyecto “Bancos rojos contra la violencia contra las mujeres” fue concebido en 2014 en Turín para conmemorar a las mujeres asesinadas por la “violencia feroz de compañeros, maridos, amigos, familiares, conocidos, a veces desconocidos”. De esta forma, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el día 26 de noviembre de 2014 se inauguró el primer banco rojo, situado en el cruce de Via alla Chiesa y Via San Gaetano da Thiene (Turín), seguido de otros diez bancos
La idea de los bancos rojos fue retomada en Lomello, una pequeña localidad de la Provincia de Pavía, región de Lombardía (Italia), donde se instaló el otro banco rojo el 25 de noviembre de 2016, Estuvo impulsado por Tina Magenta, una activista y bibliotecaria preocupada por sensibilizar sobre los femicidios y problemática de la violencia de género. Ella eligió la frase que tendría el banco rojo “In memoria di tutte le donne morte per mano di chi diceva di amarle”, traducido como “En memoria de todas las mujeres asesinadas por quienes decían amarlas”. El nombre de esta campaña fue “La Panchina Rossa” o “Panchina rossa anti-violenza sulle donne”. Con el tiempo, esta iniciativa se fue extendiendo por toda Italia y por el mundo. Trecho de texto do Cemba.
Nota do blog: Imagens de 2024 / Crédito para Jaf.

La Calesita de Pedrito / O Carrossel de Pedrito, Parque Las Heras, Palermo, Buenos Aires, Argentina











La Calesita de Pedrito / O Carrossel de Pedrito, Parque Las Heras, Palermo, Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires - Argentina
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El calesitero de alma, ese que realmente queire ver la sonrisa en los chicos (y en los grandes). Siempre con buena onda y predisposición, atento a que dentro de lo posible, todos saquen la sortija alguna vez. Los objetos de la cale son algo viejitos pero bien cuidados; guardan sueños e ilusiones de algunos que ya estamos grandes, y llevamos a nuestros hijos para que construyan los propios.
Tradicional calesita de Palermo, ubicada en el parque Las Heras (recientemente remodelado) Es muy recomendable para hacer un paseo económico con chicos. La calesita es grande (tiene 2 pisos) con gran variedad de autos, camiones, etc para dar la vuelta.La higiene y el mantenimiento de los juegos son el punto a mejorar.
Las calesitas en Buenos Aires han tenido un gran auge durante gran parte del siglo XX. Actualmente existen calesitas en la gran mayoría de los barrios de la Ciudad de Buenos Aires habiendo un selecto grupo de más de 50 en funcionamiento, ​ estando la mayoría instaladas en plazas y parques en la gran mayoría de los barrios de la ciudad.
En Argentina es usual que la persona que opera la calesita el calesitero , se pare próximo a ella con una bocha de madera que posee insertada una clavija metálica removible que se llama sortija. El calesitero revuelve con una mano la bocha mientras la calesita da vueltas y los niños extienden sus manos intentando tomar la sortija, aquel que logra tomarla se gana la próxima vuelta gratis.
La primera calesita argentina se instaló entre 1867 y 1870 en el barrio del Parque, que quedaba entre lo que hoy es el Teatro Colón y el Palacio de Tribunales (Plaza Lavalle). Con el tiempo, la calesita se convirtió en un juego mágico para los chicos que visitaban las plazas de la Ciudad. Alrededor de vueltas y vueltas y trepados a la montura de un caballo de juguete, los niños siempre soñaron llevarse ese anhelado trofeo llamado “sortija”, un instrumento metálico obtenido por el más hábil que les permitía nuevamente disfrutar de un paseo circular. Actualmente, ese juego tradicional sigue vivo y se fortaleció gracias a la transmisión cultural de las distintas generaciones que encuentran en la calesita un espacio donde los chicos pueden jugar con su imaginación sumergida en un maravilloso mundo giratorio.
Buscando refrescar la memoria y la emoción de quienes crecieron jugando en la calesita y apelando a quienes desean investigar el tema, el libro Calesitas de valor patrimonial de Buenos Aires es un valioso aporte gráfico que establece un recorrido histórico por las 52 calesitas instaladas en distintos espacios públicos porteños, acompañado en cada caso por fotografías que ilustran el paso del tiempo y los recuerdos de la infancia. El libro, editado por el Ministerio de Cultura de la Ciudad, será presentado el martes 25 de abril a las 16 horas en la Sala Sarmiento, en el marco de la Feria Internacional del Libro 2006. “Nuestro objetivo es ampliar los límites de aquello que se considera patrimonio cultural, arraigando el concepto en la comunidad y acercándolo a la vida cotidiana de la gente”, comenta la ministra de Cultura de la Ciudad, Silvia Fajre, al explicar el marco de una publicación de estas características. “Después de leer esta valiosa publicación sobre las calesitas porteñas, debería quedar claro que patrimonio no es solamente un edificio histórico o un mármol ilustre sino que también lo son los objetos, lugares y puntos de encuentro y disfrute que nos marcaron desde nuestra primera infancia”, puntualiza la arquitecta Fajre. “Hombres fundadores de calesitas, sitios de esparcimiento, espacios visitados por niños: todos confluyen en estas páginas que contienen un conjunto de saberes de interés para investigadores y público”.
La primera parte del libro contiene un estudio acerca de las calesitas en el mundo y sobre la etimología de la palabra. Luego va describiendo el desarrollo de este mágico disco giratorio para detenerse en la historia de la calesita en Argentina (los hermanos Sequalino crearon la primera gran fábrica nacional) y su irrupción en Buenos Aires. El libro también dedica un espacio a “las calesitas que ya no están”. Posteriormente, hay un racconto pormenorizado de las calesitas actuales barrio por barrio, con la historia, emplazamiento y descripción física de cada una de ellas. Como, por caso, la que adorna la Plaza Almagro desde 1962 con sus caballos de madera; la instalada en la Plaza 1º de Mayo por un portugués que, incluso la utilizaba para dormir; la de la Estación Belgrano R, visitada habitualmente por León Gieco junto con su hija y nieta; la calesita “José” de la Plaza Irlanda que incendiaron en 1986 y que fue reconstruida, o la calesita de dos pisos del Jardín Zoológico, entre otras.
Al respecto, la subsecretaria de Patrimonio Cultural, Nani Arias Incollá, subrayó a Cultura BA: “Entendemos que las calesitas forman parte de nuestro patrimonio cultural, del más entrañable, de aquél que nos remite a la primera infancia, a la plaza del barrio; en compañía de mamá o del abuelo; como la Aristóbulo del Valle en Villa del Parque, la Martín Fierro en San Cristóbal, o la Irlanda en Caballito. Nos remite, de alguna manera, a la felicidad. Son parte de lo que podría categorizarse como patrimonio inmaterial, pues más allá del objeto en sí, que puede ser muy valioso, pesa la costumbre, el hábito de ‘ir a la calesita’, es el hecho que involucra tantos sentimientos, tanta alegría, que si lo transferimos a nuestros hijos y a nuestros nietos nos sobrevivirá”. Texto do Palermo Tour.
Nota do blog: Imagens de 2024 / Crédito para Jaf.

Parque Las Heras, Palermo, Buenos Aires, Argentina






















































Parque Las Heras, Palermo, Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires - Argentina
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El parque Las Heras es un parque público ubicado en el barrio de Palermo en sus lindes con Barrio Norte y Recoleta, todos de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Este parque relativamente reciente, con un área de casi 12 ha, está delimitado por las avenidas General Las Heras y Coronel Díaz, y las calles Jerónimo Salguero y Juncal.
En el terreno donde se ubica, funcionó hasta 1962 la Penitenciaría Nacional que había sido construida entre 1872 y 1876. En 1961 comenzó su demolición. El 12 de junio de 1956, en la antigua penitenciaría de la calle Las Heras, fue fusilado el general Juan José Valle, líder del frustrado levantamiento cívico-militar del 9 de junio contra el gobierno del general Pedro Eugenio Aramburu. Aramburu había asumido el gobierno de facto el 13 de noviembre de 1955, tras la autodenominada “Revolución Libertadora”, que derrocó a Juan Domingo Perón en septiembre del mismo año.
En 2008, mediante el decreto 2388/2008 que lleva la firma de la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, el lugar fue declarado Sitio Histórico Nacional. El lugar donde se produjo el fusilamiento en el predio de la antigua Penitenciaría Nacional está señalado con bloques de piedra granítica y dos placas con los nombres de todos los caídos en esas jornadas. En 2014 la Legislatura porteña aprobó un proyecto de resolución de María Rosa Muiños que establece la colocación de una placa recordatoria.
En lo que a topografía respecta, el terreno presenta una relativamente suave barranca pasando la Avenida las Heras, que le da nombre al parque; antes de ser urbanizada la zona, dicha barranca se explayaba en un bajo hasta el Río de la Plata, teniendo en su costado sur (cerca de la Avenida Coronel Díaz) uno de los pequeños ramales del "delta" que formaba el arroyo Manso, entubado ya desde 1890.
Por ser asiento desde fines del siglo XIX, y hasta inicios de los 1960, de la Penitenciaría Nacional, la zona fue llamada "La Tierra del Fuego" ya que el aspecto del edificio recordaba al del Penal de Ushuaia.
La "Tierra del Fuego" en torno a lo que hoy es el Parque Las Heras porteño se trataba de una barriada donde residía una población de "avería" (ex convictos, y marginales varios). En la década de 1960, la zona comenzó a ser urbanizada, para una población de clase media alta (ABC1) residente en edificios de apartamentos, muchos de ellos de más de 20 pisos.
Al oeste de la Penitenciaría, en un terreno más elevado, con fachada a la Av. Coronel Díaz, se ubicaba la gran sede central de la Cervecería Palermo, que poseía un bello edificio de arquitectura industrial decimonónica, con techos cubiertos por tejas, de forma escamada de zinc y pendientes de aires goticistas y un gran reloj. Tal edificio fue demolido entre la segunda mitad de los 1970 y los 1990, y fue en gran medida sustituido por un centro comercial llamado "Alto Palermo".
En cuanto al predio del actual Parque Las Heras porteño, una vez demolida la penitenciaría porteña en los 1960 se mantuvo con el nombre popular de "La Peni" como un gran terreno baldío que era usado por los jóvenes para practicar fútbol. Esto duró hasta los 80s, década en la que gradualmente se comenzó la parquización al ser edificada en el ángulo de las calles Salguero y Juncal (esquina noroeste del actual parque) la Escuela de Lenguas Vivas (iniciada su construcción en 1972) y en el costado sur (mirando a la av. Coronel Díaz) una especie de improvisado parque de diversiones con calesitas, pistas de karting etc.
El predio se mantuvo en una situación indecisa legalmente hasta pasado 1983, pese a que ya en 1972 se había proyectado edificar en el mismo un gigantesco y ultramoderno Auditorio que se concursó, eligiéndose el proyecto de los arquitectos Baudizzone-Díaz-Erbin-Lestard-Varas. Tal magnífico edificio jamás fue concretado, por los cambios políticos constantes en la siguiente década.
Tras 1983 la valiosa zona fue oficialmente declarada parque urbano y efectuándose recién entonces obras oficiales de parquización (plantado de árboles, juegos, diseño de senderos etc.).
En el ángulo suroeste (casi esquina Juncal y Av. Cnel. Díaz) existe desde entonces un relativamente modesto edificio que corresponde a la iglesia católica: la parroquia Nuestra Señora de Loreto, obra de arquitectura funcional moderna.
Posteriormente en los 1990 sobre la zona sur dando a la calle Juncal se edificó la escuela primaria común Nº 16 Wenceslao Posse.
En la esquina noroeste (dando a la calle Salguero) se edificó la escuela Nº 26 Distrito Escolar 1 Van Gelderen.
El centro de la antigua penitenciaría ha sido ocupado por la Escuela de fútbol Claudio Marangoni, y hacia el costado norte existe una calesita.
Como curiosidad: se considera que las altas y añejas palmeras existentes eran las que había dentro de la cárcel penitenciaria.
En 2007 fue declarado sitio histórico de la ciudad de Buenos Aires por la Legislatura porteña.​
El nombre del parque procede de la avenida que lo ladea por el este y el nombre de esta avenida homenajea al militar patriota argentino Juan Gregorio de Las Heras, partícipe en las Guerras de la Independencia. Texto da Wikipédia.
Nota do blog: Imagens de 2024 / Crédito para Jaf.