Monumento Tiradentes, Plaza República Federativa del Brasil / Praça República Federativa do Brasil, Recoleta, Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires - Argentina
Fotografia
Texto 1:
El gran busto de bronce está sobre un pedestal de granito. Reproduce la imagen de un hombre con pelo largo, barba y en sus manos, cruzadas sobre el pecho, hay una cruz. Como el vandalismo se llevó las placas que lo identificaban, muchos creen que evoca a la figura de Cristo. Y aunque el hombre también sufrió un martirio, su figura no tiene relación con lo religioso, pero sí contiene mucho de sagrado: esa persona murió por la libertad.
Desde 1966, la imagen, casi desconocida, está en la plaza Almirante Ramón González Fernández, unos metros a la derecha de la avenida Sarmiento, en el tramo que une Figueroa Alcorta con Libertador. Su autor es el escultor uruguayo y luego naturalizado argentino Juan Carlos Oliva Navarro (1888-1951), un artista formado en la Asociación Estímulo de Bellas Artes y en la Academia Nacional.
Pero, ¿a quién recuerda ese busto impactante y anónimo en medio de los jardines vecinos al Rosedal de Palermo? Se trata de Joaquín José da Silva Xavier un hombre nacido el 16 de agosto de 1746 (en unos días se cumplen 265 años), a quien la historia de los héroes de América conoce como Tiradentes (o Sacamuelas, en español).
Tiradentes era el cuarto de siete hermanos de una familia de Minas Gerais. Su padre, portugués, era un propietario rural; su mamá, nativa de esas tierras brasileñas. El chico aún no había cumplido los 11 años cuando ya era huérfano. Y en su historia fue clave la figura de un padrino cirujano con quien aprendió Farmacia y Odontología. De allí su apodo popular.
Pero su vida no estuvo sólo ligada a esos temas de la salud. También fue comerciante, minero y hasta militar en las filas del ejército que estaba al servicio de la colonia. Justamente en esos años fue cuando comprobó que la gran riqueza que producían los mineros no se correspondía con la vida de miserias que llevaba el pueblo. Entonces, en 1787, pidió la baja y se instaló en Vila Rica, un pueblo de Minas Gerais y, apoyado por grupos de mazombos (criollos), empezó a liderar movimientos antiportugueses. Su sueño era “hacer una gran nación” y a fines del siglo XVIII, promovió el primer intento serio de independencia en su país.
Junto con otros dirigentes (entre ellos había algunos clérigos), Tiradentes fue capturado en 1789 y fue condenado a muerte. En 1792, después de una vejatoria procesión por las calles de Río de Janeiro, fue ahorcado en el patíbulo. Luego, su cuerpo fue descuartizado: la cabeza se exhibió en un poste en Vila Rica; otras partes, en distintos pueblos. Era, decían, el castigo por sus “infames prácticas”. Y con su propia sangre, los verdugos firmaron el certificado de su ejecución.
Tiradentes es el “Patrón Cívico de Brasil” y cada 21 de abril (feriado nacional en ese país y aniversario de su ejecución) se lo recuerda como lo que fue: un auténtico patriota. El busto que lo evoca en Buenos Aires fue donado por el Instituto Argentino-Brasileño de Cultura.
El pasado de la lucha de los pueblos americanos por su libertad tiene muchas figuras y muchos héroes. Lo más probable es que la mayoría, como pasó con Tiradentes, ni hayan llegado a ver los resultados de su lucha. Otros, en cambio, iban a convertirse en presidentes de esas naciones que debieron librar duras batallas para lograr la ansiada independencia. Uno de esos casos es el de George Washington, cuya estatua porteña, también en Palermo, está a unos 200 metros de la del héroe brasileño. Pero esa es otra historia. Texto do Clarín.
Texto 2:
Busto monumental de bronce sobre base revestida en granito gris oscuro nacional.
Joaquim José da Silva Xavier (1746 - 1792), más conocido como Tiradentes (sacamuelas en portugués) fue un odontólogo, militar, minero, comerciante y activista político brasileño, considerado como héroe nacional de su país por haber asumido en exclusividad la responsabilidad de la Conspiración Minera, considerado el primer intento a gran escala de independencia de Brasil del Reino de Portugal, a fines del siglo XVIII.
El 1º de junio de 1946 se emplaza en la intersección de las avenidas Vértiz y Teodoro García.
El 28 de mayo de 1959 se traslada a la Plaza Estados Unidos de Brasil.
El 9 de septiembre de 1966 se inaugura en la Plaza Almirante Ramón González Fernández.
En el año 2021 se inaugura la Plaza República Federativa de Brasil.
En el día de la inauguración, el gobernador Horacio Rodríguez Larreta estuvo acompañado por el secretario de Obras Públicas de la Nación, Daniel Chaín, el embajador de Brasil, Sergio França Danese, y los ministros porteños Franco Moccia (Desarrollo Urbano y Transporte) y Eduardo Macchiavelli (Ambiente y Espacio Público). Con una superficie total de 12.900 metros cuadrados, la Plaza República Federativa de Brasil fue remodelada en su totalidad para permitir una articulación que facilita los flujos entre el Centro de Exposiciones y Convenciones (CEC), la estación de la Línea H “Facultad de Derecho”, las dársenas de ómnibus sobre la avenida Figueroa Alcorta y los sitios significativos del entorno.
Donado por el Instituto Argentino Brasileño de Cultura. Fue trasladada al Parque Estados Unidos de Brasil por orden verbal del Secretario de Obras Públicas, Dr. José W. Gómez Pinedo. Finalmente, se colocó en la Plaza Almirante Ramón González Fernández de acuerdo a la Ordenanza 21.409/966. El 9 de setiembre de 1966 se efectuó la ceremonia oficial del traslado de la obra.
El 12 de junio de 2014, por Ley N.o 4.998 se dispuso por el traslado del monumento en homenaje a Joaquín José da Silva Xavier “Tiradentes” del Parque 3 de Febrero a la Plaza República Federativa del Brasil. Se derogó la ordenanza 21409/66. Texto do GCBA.
Nota do blog: Data 2024 / Crédito para Jaf.