quarta-feira, 9 de setembro de 2020

Antigo Mercado Modelo, Salvador, Bahia, Brasil


Antigo Mercado Modelo, Salvador, Bahia, Brasil
Salvador - Bahia
Fotografia - Cartão Postal

No início do século 20, a estrutura do bairro do Comércio de Salvador foi bastante modificada com a ampliação do Porto e seus aterros. Antes existiam alguns centros comerciais, com seus próprios cais. Com o novo Porto, esses cais foram desativados.
O Mercado Modelo começou a ser construído em 1911, em um local que pertencia a Marinha, ao lado da Praça Cayru. Foi inaugurado em 9 de dezembro de 1912, com cerca de 2.400 m² (40m x 60m), ainda seu a sua famosa Rampa. Foi construído pela Companhia Cessionária do Porto da Bahia. Mas houve outras inaugurações, como indicaram jornais da época: uma em maio de 1913 e outra em janeiro de 1914.
O Mercado tinha estrutura metálica com marquises, telhado com três níveis, permitindo boa ventilação e iluminação natural, e cobertura de zinco. Tornou-se o principal centro de abastecimento da cidade, comercializava-se principalmente gêneros alimentícios, mas se vendia de tudo.
Em 3 dezembro de 1913, o jornal Gazeta de Notícias publicou uma reportagem sobre os altos alugueis cobrados pelos cômodos do Mercado, pela Prefeitura.
Essa arquitetura, em estilo industrial, não agradou muito aos baianos. Em agosto de 1915, a Intendência Municipal abriu concorrência para sua reforma e ampliação. A única proposta foi a dos engenheiros Filinto Santoro e Portella Passos, que foram contratados. O Mercado Modelo ganhou, então, sua conhecida arquitetura, em estilo eclético. Ao que parece, tratou-se de uma fachada que envolveu a estrutura existente de 1912.
Com o tempo, o Mercado Modelo transformou-se em referência cultural da cidade. Lá vendiam-se todos os ingredientes da culinária baiana, existiam frequentes rodas de capoeira e ouviam-se todos os ritmos musicais dessa Terra. Escritores, pintores e outros artistas inspiravam-se no local.
Em 1917, o Mercado sofreu o primeiro incêndio, com danos parciais. Em 1922, um segundo incêndio destruiu grande parte de sua estrutura. Um terceiro incêndio ocorreu em 1943, com danos parciais. Em 1º de agosto de 1969, ocorreu o último incêndio, que destruiu completamente o antigo Mercado Modelo.
Em 02/02/1971, um novo Mercado Modelo foi inaugurado no antigo prédio da Alfândega. Seu comércio, entretanto, passou a ser de artesanato e lembrancinhas da Bahia para turistas. 
Nota do blog 1: O prédio no cartão postal é o segundo projeto arquitetônico do Mercado Modelo.
Nota do blog 2: Eu detesto quando pegam um mercado tradicional e frequentado por seus habitantes, onde você encontrava produtos comuns e típicos, cheiros, sabores, etc, e transformam em uma atração "pega turista", uma gigante loja de souvenirs, a maioria iguais, baratos, descartáveis. Para vender essas coisas já existem centenas de lojinhas no Pelourinho e resto da cidade. Um mercado municipal tem que vender uma experiência diferente para o turista, não o que é atualmente. Talvez os administradores da cidade devessem conhecer os mercados municipais de Belo Horizonte e São Paulo, exemplos do que digo. A pensar: visitantes de Salvador consideram o atual Mercado Modelo como uma atração "imperdível"? Ou só vão conhecer quando tem tempo de sobra ou por obrigação?

terça-feira, 8 de setembro de 2020

A Conquista do Rio Colorado, Estados Unidos (La Conquista del Colorado) - Augusto Ferrer-Dalmau


A Conquista do Rio Colorado, Estados Unidos (La Conquista del Colorado) - Augusto Ferrer-Dalmau
Estados Unidos
Coleção privada
OST - 2017


Artigo 1:
Solo 48 años después de la llegada de Colón al Nuevo Mundo, y apenas 19 años después de la conquista de México, los exploradores españoles aún trataban de conocer la dimensión de América del Norte. En otra muestra más de su esfuerzo por crear una imaginería de la historia que España no ha sabido siempre reivindicar como debía, el pintor de batallas, Augusto Ferrer-Dalmau, acaba de terminar un lienzo dedicado al descubrimiento español del cañón del Colorado, asesorado por el historiador David Nievas Muñoz.
Tras la misión de Hernando de Soto que partió de Florida y atravesó territorio que hoy pertenece a diez Estados, Francisco Vázquez de Coronado parte en 1540 de Compostela (hoy Jalisco, en México) y tras pisar Arizona y Nuevo México decidió enviar pequeñas partidas exploratorias, en busca de las míticas «siete ciudades de Cíbola». Un puñado de españoles, bajo el mando de García López de Cárdenas, se encontró con indios hopi, que les hablaron de un gran río, al que llamaron Tizón, según recuerda Nievas Muñoz. Pronto llegaron a un paisaje inhóspito, según sus notas: «Vimos una gran barranca», y el río al fondo, que a esa distancia adivinaban pequeño.
Ese es el momento que recoge el cuadro de Ferrer-Dalmau, de técnica magistral. Desafiando al sol abrasador, los españoles quisieron bajar para abastecerse de agua, pero cuanto más bajaban, más sed, debido a la temperatura hirviente que se agudiza en el fondo del Cañón. Solo entonces supieron la verdadera dimensión de la hondonada, y el caudal del río, que era para ellos «como el Gualdalquivir». Fracasaron en su intento, hubieron de regresar sin lograr beber, asombrados por la profundidad del tajo que el río había hecho en el paraje.
Meses más tarde, Fernando de Alarcón, de la expedición de Coronado, remontaría el río, llegando a California. Los españoles dibujaban el mundo, a cada paso.
Artigo 2:
Todo lo que podía salir mal desde el principio salió mal: venganzas, incapacidad, envidias, falta de preparación y, lo peor y más doloroso, un objetivo sin confirmar pero que brillaba insistentemente en las mentes de los integrantes de la expedición, la riqueza. Revivirlo y que el lector lo sienta es difícil, por lo que el autor, Ignacio del Valle (Oviedo, 48 años), convierte a un personaje real -en este caso fray Tomás de Urquiza- en relator de la increíble y desgraciada aventura de Francisco Vázquez de Coronado, el conquistador que encabezó en 1540 la expedición española que permitió que, por primera vez, los europeos avistasen decenas de miles de bisontes en estampida, que descubrieran el Gran Cañón del Colorado o que entrasen en contacto directo con los temibles apaches.
Una de las grandes diferencias de estas expediciones del siglo XVI de la Corona de Castilla con las que ofrece Hollywood y que protagonizan el Séptimo de Caballería o los alegres buscadores de oro del Lejano Oeste, además de su ubicación temporal, es la tecnología empleada. Si Buffalo Bill acribillaba a los gigantescos astados con su Winchester de repetición, los españoles portaban para alimentarse en las inmensas planicies del interior del actual Estados Unidos espadas, arcabuces y lanzas. Si los estadounidenses se acercaban a su destino en trenes humeantes, los conquistadores lo hacían a pie o en cabalgaduras agotadas por meses de marcha continua. “Desayunábamos, comíamos y cenábamos carne frita de bisonte. Había momentos en que avanzábamos entre miles de ellos, con los ojos enrojecidos por las nubes de polvo naranja y amarillo y las bocas cubiertas por pañuelos, medio ahogados, cuidando que ninguna de aquellas bestias nos descalabrase”. Y así, miles de kilómetros: de México a California, a Texas, a Oklahoma y hasta a Arkansas. Y vuelta. Dos años de marcha infinita.
Coronado (Edhasa, 2019) es un libro descarnado, cruel, sin filtros, que relata un sueño: la búsqueda de Cíbola, la ciudad de las cúpulas de oro que nunca existió. Sus protagonistas son hidalgos segundones, campesinos desesperados, jóvenes briosos que jamás han entrado en batalla, frailes huidos de Castilla porque renegaban del Santo Oficio, soldados de fortuna que habían empeñado todo cuanto poseían para equiparse, mujeres enamoradas arrastradas en una causa en la que pocos creían pero que todos deseaban. Fray Marcos de Niza les guiaría, él había visto las siete ciudades de oro un año antes. Ahora solo había que volver a hacer el camino que recordaba y conquistarlas. Si Cortés halló Tenochtitlan, ellos encontrarían Cíbola o Quivira, qué más daba. Algo. Fray Marcos no podía fallarles. Pero lo hizo. Allí no había nada. ¿Por qué no le mataron cuando descubrieron el engaño? Ni fuerzas les quedaban. Ya no cabía marcha atrás. Seguirían, pues, atravesando tierras inhóspitas, desiertos inmensos, mares de hierba, bosques sin alma. La continua lucha entre la vida y la muerte.
Eran conquistadores que dejaban libres a mujeres y niños indios antes del asalto a un poblado zuñí para evitar su muerte, incluso arriesgando sus propias vidas, pero que no dudaban en lanzar perros hambrientos a los prisioneros para que confesasen dónde se alzaba la ciudad que buscaban sin fe. “Éramos el único animal a quien le importaba su nombre y su fama”, relata fray Tomás de Urquiza intentando justificar aquello que su alma mortificada rechazaba.
Poco más de 300 españoles y 800 indios mexicas perdidos en mitad de la nada. Poblados miserables de indígenas orgullosos, que preferían morir luchando antes que doblegarse ante aquellos invasores que les vociferaban, antes de cargar los arcabuces, un discurso de Su Majestad donde se les exigía la rendición y del que no entendían ni una sola palabra. Hechiceros que abrían las mentes de frailes deseosos de entender el sentido de la vida. Y de la muerte. Amores y odios entre conquistadores y conquistados. Dos años perdidos, dividiendo las fuerzas para abarcar el mayor terreno posible. Por no encontrar, no encontraban ni el mar. “Consideré que la empresa estaba condenada, pero no sería justo si olvidase una pizca de esperanza, pues si a la vuelta los teyas nos habían llevado por zonas ignotas, ¿qué otras maravillas se guardaban?”, pensaba Urquiza. Pero solo se llevaron de su aventura eso, ser los primeros en distinguir lo que jamás ningún europeo había visto antes.
Luego vino Kevin Costner en 1990, en Bailando con lobos, y nos explicó que los siux expulsaron a los españoles de aquellas tierras y que dejaron un morrión abandonado en su huida. Y nos lo creemos y pagamos por ello, sin acordarnos de Coronado, de Hernández de Alvarado, de Tristán de Luna, de los indios Turco y Alemán o de la bella Iyali, la que enseñó a amar a fray Tomás.

Grand Canyon, Rio Colorado, Arizona, Estados Unidos


Grand Canyon, Rio Colorado, Arizona, Estados Unidos
Arizona - Estados Unidos
Fotografia


The Grand Canyon is a steep-sided canyon carved by the Colorado River in ArizonaUnited States. The Grand Canyon is 277 miles (446 km) long, up to 18 miles (29 km) wide and attains a depth of over a mile (6,093 feet or 1,857 meters).
The canyon and adjacent rim are contained within Grand Canyon National Park, the Kaibab National ForestGrand Canyon–Parashant National Monument, the Hualapai Indian Reservation, the Havasupai Indian Reservation and the Navajo Nation. President Theodore Roosevelt was a major proponent of preservation of the Grand Canyon area and visited it on numerous occasions to hunt and enjoy the scenery.
Nearly two billion years of Earth's geological history have been exposed as the Colorado River and its tributaries cut their channels through layer after layer of rock while the Colorado Plateau was uplifted. While some aspects about the history of incision of the canyon are debated by geologists, several recent studies support the hypothesis that the Colorado River established its course through the area about 5 to 6 million years ago. Since that time, the Colorado River has driven the down-cutting of the tributaries and retreat of the cliffs, simultaneously deepening and widening the canyon.
For thousands of years, the area has been continuously inhabited by Native Americans, who built settlements within the canyon and its many caves. The Pueblo people considered the Grand Canyon a holy site, and made pilgrimages to it. The first European known to have viewed the Grand Canyon was García López de Cárdenas from Spain, who arrived in 1540.

Um Grand Canyon Maior, Estados Unidos (A Bigger Grand Canyon) - David Hockney


Um Grand Canyon Maior, Estados Unidos (A Bigger Grand Canyon) - David Hockney
Estados Unidos
National Gallery of Austrália, Camberra, Austrália
OST - 207x744 - 1998



In 1982 David Hockney took a series of photographs of the Grand Canyon that he placed together to form a collage. Hockney returned to the Grand Canyon theme in 1986, producing a large-scale photo-collage of sixty photographs; and again in 1997, when he painted a composition for a bigger Grand Canyon.
Hockney began work on the National Gallery of Australia’s A bigger Grand Canyon in February 1998. The painting is a culminating statement about the depiction and experience of space. By using different views taken over a period of time, Hockney refers to Cubism, where a subject is depicted from multiple viewpoints; to Chinese scroll painting, where different time sequences and landscape elements come together to form an apparent whole; and to his own set designs for opera.
With its many viewpoints and shifting timeframe, A bigger Grand Canyon suggests what it is like to be in a landscape, to travel around it, to view tiny details as well as dramatic vistas, to see changing light and to trample the earth underfoot. The large format and extravagant colour has also been related to the spectacle of Hollywood and to representations of the sublime.
Hockney photographed the Grand Canyon in 1982, commenting later that…there is no question…that the thrill of standing on that rim of the Grand Canyon is spatial. It is the biggest space you can look out over that has an edge…He took a series of photographs which, with their multiple vanishing points, he placed together in a collage. Grand Canyon with ledge, Arizona, 1982, one of several such collages, was a crucial step in the making of A Bigger Grand Canyon. In 1986 the artist revisited his preferred collaged view of the Grand Canyon to produce a large scale photo-collage of sixty photographs, reprinting them using the full negatives, then abutting them to produce Grand Canyon with ledge, Arizona. 1982, collage # 2, made May 1986. In June and July 1997 Hockney made two long car trips from Los Angeles to Santa Fe and back: 'I'd been contemplating some sort of big landscape of the West…I was experiencing a growing claustrophobia…[and] stronger, the longing for big spaces.
He painted two studies, one of nine canvases, the other of fifteen, and cleared his studio of everything else, except two related photo-collages. These formed the basis for A composition for A Bigger Grand Canyon.
Hockney created his sixty-canvas work with as many viewpoints and points in time. The painting suggests what it is like to be in a landscape, to travel around it, to view tiny details as well as dramatic vistas, to see changing light, to trample the earth underfoot, and to feel the sun beating down. The viewer is able to round jagged outcrops, descend rocky steps, look down over dry river beds and view distant escarpments, while confronting at close hand strange sculptural forms. Marco Livingstone commented that 'A Bigger Grand Canyon places the viewer so convincingly at the canyon's south rim at Powell Point, one of the most spectacular vantage points, as to induce in some the vertiginous thrill of standing on the edge of a precipice so deep and extensive that it almost defies the imagination.
The element of the sublime has been noted by Paul Melia: 'The genre of landscape has been important to Hockney since the beginning of his professional career. Until relatively recently, however, he was unable to draw upon the Romantic or neo-Romantic tradition of landscape art: personal experience, empathy, quasi-magical feelings aroused by a place or location, spontaneity - all triggers of artistic production for older generations of [British] artists. A Bigger Grand Canyon has links to the rich and awe-inspiring English Romantic tradition, but also to the Symbolist landscapes of Paul Gauguin and the Pont Aven artists. In their works the universal, the symbolic, are tapped while the pedestrian or the man-made is excluded. Hockney presents the Grand Canyon without evidence of human intrusion.
Brilliance of colour and vastness of space characterised the world of dreams when Hockney was growing up in the then heavily industrialised North of England. His Grand Canyon painting, according to Livingstone, recalls 'the magnificent spectacle of the Hollywood cinema which had helped draw him [Hockney] to the American West while he was a young boy day dreaming in Bradford'. A Bigger Grand Canyon is rich in golds, crimsons, scarlets, oranges, ochres and browns, and contrasts of brilliant blues and greens. The visual impact, on even the most jaded twenty-first century eye, is as powerful and confronting as a Fauve palette would have been in the restrained world at the beginning of the last century.

Praça da Bandeira, Ribeirão Preto, São Paulo, Brasil




Praça da Bandeira, Ribeirão Preto, São Paulo, Brasil
Ribeirão Preto - SP
Foto Esporte
Fotografia - Cartão Postal


Acredito que, no que tange a chamar um logradouro público de forma errada, nada supere o que acontece em Ribeirão Preto com a Praça da Bandeira.
O nome correto é "Praça da Bandeira", no singular, pois homenageia a bandeira brasileira.
Mas é comum na cidade referirem-se a ela como "Praça das Bandeiras", no plural.
Dá para contar nos dedos as vezes que vi pessoas chamando-a por seu nome correto.
E, como se isso não bastasse, as pessoas não são informadas corretamente nem por quem deveria zelar por tal assunto, pois, diariamente, o erro continua sendo perpetuado nas placas de identificação do local, mandadas fazer e instalar pela Prefeitura de Ribeirão Preto, onde se vê pérolas como "Praça das Bandeiras" e "Praça das Bandeira" (um indício do grau de cuidado dedicado pelo PMRP a identificação correta dos logradouros da cidade).
Além disso, tal erro também é propagado por parte da imprensa e em muitas publicações oficiais.
Superado esse ponto, e aproveitando a oportunidade, há um outro erro, esse menos divulgado, que é a "separação" do logradouro em duas praças: "Praça da Bandeira" e "Praça da Catedral".
Na verdade apenas uma praça ocupa o referido logradouro, e essa é a Praça da Bandeira, cuja denominação foi alterada no ano de 1940, durante o governo de Fábio de Sá Barreto.
De acordo com livros que tratam da história da cidade, o local teve as seguintes denominações:
a) 1893-1899 Largo do Cemitério Velho; b) 1900-1903 Largo 13 de Maio; c) 1904-1939 Praça 13 de Maio; d) 1940 até os dias atuais Praça da Bandeira.
Finalizando, como não há nenhum registro de legislação municipal separando/dividindo/alterando o referido logradouro em duas praças em nenhuma das denominações acima citadas, conclui-se que o Ato 102, de 10/12/1940, publicado pela Prefeitura Municipal de Ribeirão Preto, é o válido atualmente (ato que nomeou o local como "Praça da Bandeira").

Vista Aérea, Ribeirão Preto, São Paulo, Brasil


Vista Aérea, Ribeirão Preto, São Paulo, Brasil
Ribeirão Preto - SP
Fotografia

Escola Municipal PRA-7, 1939, Ribeirão Preto, São Paulo, Brasil


Escola Municipal PRA-7, 1939, Ribeirão Preto, São Paulo, Brasil
Ribeirão Preto - SP
Fotografia

Nota do blog: Escola mantida pela antiga Rádio PRA-7 (atual Sistema Clube de Comunicação) na Rua Capitão Salomão n. 216. 

A Pata do Macaco 1983 - A Pata do Macaco


A Pata do Macaco 1983 - A Pata do Macaco
Caso Especial - Rede Globo
Brasil - 80 minutos
Especial de TV



Trata-se de uma versão do conto de terror “A pata do macaco”, do britânico W.W. Jacobs, com os saudosos Armando Bógus e Mário Lago.
A história é a seguinte: um sujeito que leva uma vida de merda, passando todo tipo de necessidade e privação, e mora com sua família num local pobre e afastado, ganha uma “pata de macaco” que lhe concede três desejos. Seria a mudança de vida para melhor que ele tanto desejava?
No caso da adaptação pra TV, somos de início apresentados a uma família, interpretada por Armando Bógus, Cacilda Lanuza, Marcelo Picchi. A história de Jacobs é levada para a realidade do Rio de Janeiro: o chefe da família fica desempregado, a família tem que sobreviver do salário do filho mais velho (que trabalha como mecânico de aviões). E para piorar ainda mais o cenário, eles acabam tendo que se mudar de Botafogo para o Catumbi, indo parar num apartamento calorento com vista para o cemitério local, que serve de cenário em alguns momentos.
Lá, eles encontram um casal bem esquisito (Mario Lago e Nathalia Timberg) e habitantes mais bizarros ainda, que parecem saber que vai acontecer alguma coisa bem estranha com os novos moradores. A filha mais nova é a primeira a ser atingida por uma espécie de maldição, ao levar um brinquedo, deixado pelo tal casal no quintal do prédio. É aí que surge a tal "pata de macaco" e as coisas começam a mudar (e não para melhor) para a família.
A adaptação brasileira passou na faixa “Caso Especial”, em 1983.
Se você ainda não viu, assista. Tem no Youtube, excelente programa.



O Que é Doença Auto-Imune? - Artigo


O Que é Doença Auto-Imune? - Artigo
Artigo


O que é doença auto-imune?
Doença auto-imune é uma condição que ocorre quando o sistema imunológico ataca e destrói tecidos saudáveis do corpo por engano. Ou seja, as células acabam agindo contra o próprio organismo.
Tipos:
Existem mais de 80 tipos diferentes de doenças auto-imunes. As mais conhecidas são: Lúpus, Vitiligo, Diabetes do tipo 1, Esclerose múltipla, Doença de Graves, Hepatite auto-imune, Doença de Chron, Psoríase, Tireoide de Hashimoto, Doença celíaca, Artrite reativa, Anemia perniciosa.
Causas:
Normalmente os glóbulos brancos (leucócitos) produzidos na medula óssea e encontrados no sangue ajudam a proteger o corpo contra agentes invasores e nocivos, conhecidos como antígenos. São exemplos de antígenos os vírus, bactérias, toxinas, células cancerígenas, entre outros.
Os leucócitos são parte fundamental do sistema imunológico, cuja principal função é produzir anticorpos que mantenham o corpo humano protegido da ação desses antígenos, destruindo-os.
No caso das doenças auto-imunes, o sistema imunológico não consegue distinguir os antígenos dos tecidos saudáveis do corpo e acaba atacando e destruindo as células normais do organismo.
As causas das doenças auto-imunes ainda são desconhecidas. A teoria mais aceita é que fatores externos estejam envolvidos na ocorrência dessa condição, principalmente quando há predisposição genética e o uso de alguns medicamentos.
Diagnóstico de doença auto-imune:
O médico iniciará o processo de diagnóstico por meio de um exame físico e de uma série de perguntas sobre histórico médico e familiar. Depois solicitará a realização de alguns exames. Estes variam de doença para doença, dependendo da causa específica.
Possíveis testes para o diagnóstico de uma doença auto-imune incluem exames de anticorpos e um hemograma completo.
Tratamento de doença auto-imune:
O tratamento varia de acordo com o tipo de doença auto-imune que o paciente tenha. As terapias possuem três objetivos distintos: reduzir os sintomas, controlar o processo auto-imune e retomar o funcionamento normal do sistema imunológico, mantendo a capacidade natural do corpo de combater os antígenos.
Medicamentos para doença auto-imune:
Os medicamentos mais usados para o tratamento de doenças auto-imunes são: Meticorten e Prednisona.
Somente um médico pode dizer qual o medicamento mais indicado para o seu caso, bem como a dosagem correta e a duração do tratamento. Siga sempre à risca as orientações do seu médico e nunca se auto-medique. Não interrompa o uso do medicamento sem consultar um médico antes e, se tomá-lo mais de uma vez ou em quantidades muito maiores do que a prescrita, siga as instruções na bula.
Complicações possíveis:
Uma doença auto-imune pode causar complicações graves, como: destruição de um ou mais tipos de tecidos do corpo, crescimento anormal de um órgão e alterações na função de um órgão.
Uma doença auto-imune pode, também, afetar um ou mais órgãos ou tipos de tecido, principalmente: vasos sanguíneos, tecidos conjuntivos, glândulas endócrinas, como a tireoide e o pâncreas, articulações, músculos, glóbulos vermelhos e pele.
Doença auto-imune tem cura?
O resultado do tratamento depende da doença. A maioria das doenças auto-imunes são crônicas, mas muitas podem ser controladas com tratamento. Os sintomas das doenças auto-imunes podem aparecer e desaparecer continuamente.
Prevenção:
Não existe uma forma conhecida de prevenir o surgimento de uma doença auto-imune. Por isso, é importante realizar consultas e exames de rotina para identificar qualquer alteração no corpo.
Nota do blog: Este é apenas um resumo. Para maiores informações, consulte seu médico.

Vista da Casa do Administrador da Fazenda Dumont, 1900, Na Época Ribeirão Preto, Atualmente Dumont, São Paulo, Brasil - João Passig


Vista da Casa do Administrador da Fazenda Dumont, 1900, Na Época Ribeirão Preto, Atualmente Dumont, São Paulo, Brasil - João Passig
Dumont - SP
Fotografia



No dia em que circula pela primeira vez o jornal "A Cidade", o mesmo registra a presença de importantes visitantes na Fazenda Dumont, já de propriedade da Companhia de Melhoramentos do Brasil. O motivo é mostrar a qualidade do alojamento onde vivem 120 famílias (750 pessoas) chegadas há poucos dias, a maioria italianas.
O bom acolhimento aos colonos é uma maneira de desfazer impressões causadas por telegramas enviados a Roma, denunciando maus-tratos aos italianos domiciliados em Dumont. O jornal alerta que “a campanha de descrédito da nossa lavoura que, fora do Pais e até no porto de Santos se tem estabelecido, de modo a já se tornarem sensíveis os nossos prejuízos, precisa ser desfeita por todos os modos e meios”.
O redator de "A Cidade", Enéas da Silva, registra que “os esforços infatigáveis do Secretário da Agricultura, Carlos Botelho, precisam do concurso dos fazendeiros para que se traduzam em realidade a favor do nosso crédito no estrangeiro”.
A origem do município de Dumont se deve ao tino empresarial do engenheiro Henrique Dumont, que elegeu as terras roxas e férteis da região para desenvolver uma extraordinária plantação de café.
Em 1879, procedente de Minas Gerais, Henrique Dumont comprou da família Silva Prado a grande Fazenda Arindeúa. Ele trouxe a esposa Francisca Santos Dumont e os sete filhos, entre eles Alberto Santos Dumont, então com seis anos de idade.
Os relatos do sucesso de Henrique Dumont estão registrados no Museu Histórico Santos Dumont.
Consta que com o passar dos anos, à medida em que sua fama de grande produtor se espalhava, a fazenda batizada com o sobrenome da família era um dos pontos de referência da lavoura nacional.
“Ele (Henrique) construiu aqui o que chegou a ser a maior propriedade agrícola do Brasil, com cinco milhões de pés de cafés em plena produção, o que lhe valeu o apelido de Rei do Café. Foi neste cenário que Alberto Santos Dumont cresceu. E com ele crescia também a paixão pela mecânica”.
Por volta de 1890 - apenas onze anos depois de sua chegada - seus colonos aravam a terra usando tratores a vapor e utilizavam secadores para o café. A produção aumentava e o escoamento das sacas de 60 quilos precisou ser feita por trem. A Estrada de Ferro Dumont, construída em tempo recorde pela Companhia Mogiana, foi inaugurada no fim de 1890. Com bitola de 60 centímetros, o ramal ligava Ribeirão Preto-Fazenda Dumont. O tronco tinha 25 quilômetros de extensão além de quatro extensões que se espalhavam pelas terras do fazendeiro.
Henrique Dumont ousou mais: comprou o ramal e passou a operá-lo com exclusividade no transporte de passageiros. O problema de escoamento da produção tinha sido resolvido. Os colonos e moradores também tinham bom transporte.
No período de crescimento de sua companha agrícola, Henrique Dumont começou a substituir o braço escravo. “Antiescravagista, Henrique não aceitava esse tipo de imposição. Assim, passou a contratar italianos, alemães, espanhóis e portugueses”, registram textos expostos no museu, em Dumont.
Em 24 de dezembro de 1948, por decreto da Lei nº 223, o povoado de Dumont foi elevado à categoria de Distrito de Ribeirão Preto. Em 1963 a população votou pela independência de Dumont. O município nasceu com área de 111,3 mil km². O primeiro prefeito foi Ernesto Bettiol.
A sede da prefeitura de Dumont é a casa onde morou a família de Henrique Dumont. A sala que serve hoje para reuniões entre o prefeito e seu secretariado tem uma moldura do 14 Bis, o desenho de um dirigível cortando o céu de Paris e um magnífico quadro de óleo sobre tela da Torre Eiffel, pintado pelo belga George Wambach.